lunes, 30 de junio de 2014

Primeras vacaciones del bebé

Garantizar la comodidad y la seguridad del bebé debe ser prioritario al elegir el alojamiento de las vacaciones. Sea cual sea el destino elegido, debe cumplir siempre con ciertos requisitos.

Las primeras vacaciones del niño son todo un acontecimiento, pero es necesario prepararlas con tiempo y teniendo en cuenta una serie de detalles indispensables cuando se viaja con un bebé o un niño muy pequeño. Lo ideal es recrear al máximo posible el ambiente del hogar, para que el pequeño no se sienta extraño, al tiempo que tiene todas las comodidades que necesita.
Mientras el niño es más pequeño, el alojamiento más recomendable son los hoteles, los apartamentos o las casas alquiladas. A medida que el bebé vaya creciendo se pueden tener en cuenta otras opciones como los bungalows, las caravanas e, incluso, el camping.

Cómo debe ser el alojamiento destinado a las primeras vacaciones del bebé
- Es muy recomendable comprobar y conocer a qué distancia se encuentra el servicio pediátrico más cercano.
- El lugar donde descansará y dormirá el niño también es muy importante, por lo que los papás deberán procurar que la cuna en la que dormirá el bebé responda a sus necesidades y a los requisitos de seguridad y comodidad.
- Se puede comprar una cunita de viaje, que resulta muy fácil de llevar (cerrada tiene casi las mismas dimensiones que una bolsa de golf) y que no tiene nada que envidiar a una cuna rígida tradicional.
- En cualquier caso, es necesario que la habitación destinada al pequeño responda a sus necesidades de sueño y de juego, y que el niño disponga de juguetes familiares, de modo que se habitúe al nuevo ambiente de una forma menos traumática.

Si se decide pasar las vacaciones en un hotel, sería oportuno conocer de antemano los siguientes puntos:
- Frecuencia con que se limpia la habitación y se cambian las sábanas y las toallas.
- Las tomas eléctricas no deben estar colocadas en lugares bajos, al alcance niño.
- La habitación debe estar en un lugar tranquilo.
- La cocina debe tener un horario lo más amplio posible y disponer de calienta biberones. Además, debe tener menús adecuados a los niños.
Si el hotel ofrece cunas, deben garantizar la máxima comodidad y seguridad.

EL calzado para el niño

Los mejores zapatos para el niño son los que se adaptan a las características del pie del bebé: con planta ancha, de forma cuadrada y que permitan un buen movimiento.







A la hora de escoger el calzado para el niño, hay que tener en cuenta que el zapato cumpla con algunos requisitos. 
Estas son algunas de las características que debe tener un buen calzado para el niño: 
• Ligeros, para hacer más desenvuelta la forma de caminar. 

• Flexibles, fundamentalmente en el punto en el que se flexionan los dedos al caminar.

• Planos, con muy poco tacón, para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda.

• La horma del calzado debe ser ancha, que no le apriete ni le obligue a superponer los dedos. No debemos obligarle a calzar unos zapatos muy bonitos, si son duros, rígidos o si le vienen demasiado estrechos o demasiado anchos.

• Su talón no debe "bailar" en el interior, ya que el zapato puede salirse o formarse ampollas dolorosas en los pies.

• En cuanto a los sistemas de cierre, las cremalleras, los cordones o los sistemas mixtos garantizan un cierre perfecto.
Además, el sistema de velcro o "abre fácil" permite que los niños se calcen y descalcen solos, y a la vez aseguran la sujeción del pie.
El zapato debe incorporar cierres que permitan regularse, según la anchura del pie y el grosor del calcetín.

• En cuanto a los materiales, son preferibles los zapatos de piel natural porque los niños suelen sudar mucho y este tipo de zapatos favorece una correcta transpiración.

• El interior de sus zapatos no debe tener incómodas costuras en relieve. 

• La suela de los zapatos debe ser antideslizante para evitar caídas peligrosas al pequeño, que todavía se siente inseguro sobre las piernas.

Elección de los accesorios del bebé

La correcta elección de la  cuna así como de sus accesorios correspondientes (colchon,almohada, almohadón, cojín antivuelco, edredón, mantitas, saco de dormir, pinzas etc.) tiene por misión contribuir al bienestar y seguridad del bebe.
Durante el primer año de vida y especialmente durante los primeros meses el lactante no debe emplear almohada alguna (especialmente si es gruesa) por el riesgo de asfixia que ello supone. Ahora bien en caso de utilizarla es imprescindible que ésta debe ser plana, con agujeros de ventilación (poros antiahogo)y tenga escasa altura (2-4 cm. como máximo) para que la cabeza y el cuerpo reposen en el mismo eje.
A partir de los dos años es cuando ya puede colocarse una almohada (preferiblemente de fibra sintética) procurando que no sea ni muy grande ni muy blanda. Es conveniente evitar las almohadas de pluma o lana y aquellas fabricadas para los adultos.
Existen ciertas almohadas especialmente diseñadas para los primeros meses que aseguran la correcta posición de la cabeza para que el niño respire fácilmente y esté más seguro si tiene alguna regurgitación durante el sueño. Las almohadas conocidas como antiahogo son aquellas expresamente diseñadas para que circule el aire en su interior.
El almohadón cojín antivuelco asegura la posición correcta del bebé y evita el que se de la vuelta y quede boca abajo. Como sustituto de la almohada existe un cojín inclinado que eleva ligeramente su cabeza para así facilitar la respiración. En caso de que el niño sea alérgico existen colchones y almohadas antiácaros debiéndose pasar el aspirador con frecuencia. Ahora bien, es preciso evitar siempre que la cabeza del bebé quede atrapada entre la misma.
El utilizar edredón (sobre todo si es de plumaso mantas pesadas parece ser que no es conveniente tanto debido al exceso de abrigo que ello significa como por impedir que el niño pueda moverse con facilidad. Para tapar al bebe además de la sabana convencional es suficiente una mantita de algodón (que pueda meterse en la lavadora) o colcha ligera es decir de escaso peso, puesto que en invierno el niño duerme con un pijama de cuerpo entero (pies incluidos) para que no pase frío. Sin embargo es preciso vigilar que el pijama sea ignifugo.
Cuando la temperatura es baja y la cama esta fría, antes de acostar al bebé es preciso que caldear un poco las sabanas. Para ello es conveniente comprar una bolsa de agua caliente (en el mercado existen ciertas bolsas más pequeñas que las normales con una funda de quita y pon lavable) llenarla de agua caliente y depositarla durante unos minutos en entre las sabanas bajera y encimera de la cuna. Una vez se ha comprobado que la temperatura es la adecuada se retirará la bolsa y pudiendo ya acostar al niño. La bolsa de agua caliente nunca debe usarse estando el niño dentro de la cuna.
Existen unos sacos de dormir (ignífugos) especialmente diseñados para aquellos niños que tienden a destaparse. El uso de los mismos parece ser que ayudan al niño a establecer ciertos hábitos del sueño al asociará el momento en que es introducido dentro del saco con la hora de irse a la cama.
Las pinzas que sujetan las sabanas tienen la misión de que el niño no se destape o se enrede entre las sabanas (los sacos de dormir soslayan estos inconvenientes). Últimamente se ha puesto en duda su conveniencia en utilizarlas.
El instalar una mosquitera en la cuna para evitar picaduras de insectos durante el verano o en aquellos lugares donde haya insectos es un artículo más a tener en cuenta

He aquí algunas de las recomendaciones a tener en cuenta al respecto de lo anteriormente expuesto….
  • No emplear almohadas hasta que el niño cumpla el año.
  • Tener presente que existen las almohadas diseñadas especialmente para los primeros meses del bebé que aseguran la posición correcta de la cabeza.
  • Fijar las sabanas de la cuna con pinzas elásticas que impidan que el niño se destape o eviten el peligro de asfixia.
  • No calentar las sabanas de la cuna con una bolsa de agua caliente estando el niño dentro, ni con una manta eléctrica.
  • Colocar una mosquitera de cuna es útil para evitar picaduras de insectos.
  • Las sabanas de la cunadeben ajustarse al colchón. Nunca hay que utilizar sabanas para camas de adultos.
  • Si se decide utilizar una cuna de segunda mano es preciso esté en buen estado de conservación y tenga las características por las que se rigen las normativas europeas vigentes. A la vez es preciso comprar un colchón nuevo.

Como decorar la habitación de mi bebé

Cuándo empezar

Muchas mamás coinciden en que los cinco meses de embarazo es una fecha ideal porque en el segundo trimestre de embarazo se sienten con más energía y más tranquilas. “A las 20 semanas de gestación, el riesgo de aborto natural ha disminuido mucho y las embarazadas están más relajadas”, 

Alrededor del quinto mes, probablemente te dirán si esperas ¡niño o niña!, así que ha llegado el momento de elegir colores y temas



¿Y cuándo debería estar terminada la habitación?

“¡Antes del parto! Cuando ya ha nacido el bebé no tienes tiempo ni ganas de preparar la habitación, así que hay que hacerlo antes. Lo rico es aprovechar y comprar las cosas con tiempo”, asegura Francesca. 

En cualquier caso, de los 5 a los 7 meses de embarazo es un buen margen de tiempo para dejar la habitación del bebé bastante avanzada, entre otras cosas porque “es una época estable del embarazo y a partir de los 7 meses es difícil predecir cuándo va a llegar el bebé”, como explica el Dr. Guerra. 

Pero la realidad es que no siempre es posible terminar antes de los 8 meses o más, y uno de los obstáculos para ello está relacionado con la propia habitación del bebé: el plazo de entrega de algunos muebles


Los colores en la habitación del bebé
Los colores de la habitación abandonan cada vez más el tradicional azul para niños y el rosa para las niñas. Hoy en día muchas familias optan por el beige, el amarillo claro, e incluso por el lila. Hay pinturas para todos los gustos, en tonos fuertes o suaves. Para los más pequeños de la casa, se recomiendan los colores más suaves, que revelan tranquilidad.

Iluminación del dormitorio del bebé

En cuanto a la iluminación de la habitación, se aconseja dos tipos de lámparas: una en el centro del techo, y otra en formato de media luna en una de las paredes del cuarto. Esta última, la podéis utilizar en el caso de que el bebé necesite cuidados durante la noche, sin tener que ser incomodado con la luz más fuerte. Una luz tenue puede ayudar también al bebé a que concilie mejor el sueño.
Las cortinas son necesarias para controlar la entrada de luz natural durante el sueño diurno del bebé. Se recomienda que usemos las que están hechas de materiales que no atrapen mucho polvo. El mismo consejo se puede aplicar al protector de la cuna y a la colcha. Que sean de un tejido que no absorba tierra y ningún tipo de polvo. Cuanto más sencillo sea el mobiliario de la habitación, mejor. Al principio, el bebé necesitará de una cuna, un armario y un cambiador. Luego, sería conveniente que tuviera un baúl para los juguetes, una silla y una mesita de actividades para cuando empiece a hacer sus primeros garabatos, y un parque o una cuna-parque para cuando esté sentadito jugando. La posición y distribución de los muebles son muy importantes porque van a determinar la practicidad a la hora de usarlos.

Tipos de colchones para el descanso del bebé

En cuanto a los colchones, existen cuatro tipos distintos por sus materiales y precios. El de espuma es el más barato, es antialérgico, pero menos higiénico. El de muelles es el segundo más barato, y su ventaja es que dispone de dos caras distintas: una para los meses más calientes y otra para los meses más fríos. El tercer tipo es el de fibra de coco. Tiene mejor higiene porque impide la acumulación de humedad, pero es más caro que los dos primeros. El cuarto es de látex, el más higiénico, y el que mejor se adapta al cuerpo del bebé.

Consejos de seguridad para la habitación del bebé

El ambiente en el que tu bebé va crecer debe ser cálido, agradable, estimulante, cómodo,... Un espacio en el que el bebé se sienta protegido y arropado. Por lo tanto, es necesario que sea extremamente seguro. Usa pinturas no tóxicas, muebles con bordes redondeados, protectores de enchufes, de cajones, de puertas y ventanas, además de cubre radiadores. Guarda bien los medicamentos, las pomadas, y otros materiales que el bebé pueda llevarse a la boca. Evita los objetos de cristal, de cerámica, u otros que puedan romperse y dañar al bebé. Todo cuidado es poco a la hora de protegerle.
Es muy importante que la habitación del bebé no esté sobrecargada de cosas, de peluches, y otros objetos decorativos. En los primeros meses, evita las alfombras. Atrapan muchos ácaros y tierra, lo que puede provocar alergias al bebé. Una habitación cargada de objetos es más difícil de limpiar, y la limpieza es un factor importante para la salud del bebé. Además, la habitación debe tener una buena ventilación.

La temperatura ideal para tu bebé

En invierno, ¿cuál es la temperatura adecuada en casa?
 Durante el período invernal, la temperatura del hogar debe oscilar entre los 19 y los 22ºC. Con esta temperatura el pequeño puede llevar tranquilamente un pelele de felpa de algodón. Si, por lo que fuera, la temperatura fuese más fría, es aconsejable ponerle un pelele que abrigue más.
¿Cómo debe ser el ambiente en el hogar?El ambiente no debe ser seco, sino suficientemente húmedo. La falta de humedad seca la pequeña cantidad de moco que hay en las vías respiratorias, que tiene la función de llevar al exterior las impurezas que se inspiran con el aire. Puedes utilizar un humidificador para dotar de humedad el ambiente.
¿Cómo debe ir vestido el pequeño?
El niño puede llevar:
• Un body o una camiseta de algodón en contacto con la piel. 
• Un pelele de felpa, de algodón o de toalla.
• Un jersey o una chaquetita de lana, en caso de que la temperatura del hogar sea inferior a 19ºC.
• Cuando el pequeño empieza a gatear, puede llevar peleles de algodón felpado con refuerzos a la altura de las rodillas.
• Para jugar en el suelo, es aconsejable colocar una alfombra.
¿Cómo debe ser la temperatura cuando se baña al niño?Si la habitación donde se baña el niño está fría, hay que calentarla previamente. Al no tener la protección de la ropa, la temperatura debe ser un poco más cálida que la del resto del hogar. El agua de la bañera debe oscilar entre los 36 y los 37ºC. Puedes comprobarla con un termómetro de baño.
Una vez se ha realizado el baño, es aconsejable secar y vestir al niño en la misma habitación. En caso de cambiarle en su dormitorio, se debe secar bien y envolverle en una toalla.
¿Cómo se debe tapar al niño por la noche?Durante la noche, la casa debe tener una temperatura de unos 18-20ºC, con una humedad del 60%. Un humidificador, que se debe encender un par de horas antes de que el pequeño se duerma, le facilitará la respiración. Es suficiente vestirle con un pijama tipo mono y unos calcetines de algodón.
En la cuna, bastará con poner una sábana de algodón y una mantita de lana o un edredón. Si el pequeño tiende a destaparse durante la noche, es aconsejable quitarle la manta y vestirle con un pijama más grueso. Y, por último, si debes cogerle a menudo a lo largo de la noche, te será muy útil tener un arrullo a mano.

viernes, 27 de junio de 2014

Cómo vestir al bebé


  • 1Al salir del hospital.
    Cuando salgas del hospital después de haber tenido a tu bebé, puedes vestirlo como más te guste. No obstante, lo mejor es que le pongas algo de una pieza, como un pelele o un buzo para que esté abrigadito. De todas formas, si quieres vestirle de otra forma, opta siempre por prendas de tejidos suaves, como el algodón, para que su delicada piel transpire.
  • 2Ropa cómoda.
    La ropa que le compres a tu bebé no solo debe resultarle cómoda a él, sino también a ti, ya que vas a tener que cambiarle varias veces a lo largo del día. Escoge bodis que se abran por las piernas con corchetes para facilitarte el cambio del pañal.
    Comprueba también que la ropa no le viene demasiado estrecha e intenta optar por prendas que se abran con corchetes o velcro por los laterales para evitar introducírselas por la cabeza, ya que esto no suele gustarle a los recién nacidos.
  • 3Crecen muy rápido.
    Es normal que, si estás embarazada, te encante ir de compras y llevarte esos trajecitos de la talla cero que tanto te gustan. Está bien que compres algunos, ya que es normal que te haga ilusión vestir a tu recién nacido de forma especial. No obstante, piensa que los bebés crecen muy rápido, y la talla cero no suele durarles más de quince días. Por ello, es mejor que compres más cantidad de ropa para tres meses. Al principio le irá un poquito grande, pero al cabo de unas dos semanas le quedará estupenda y podrá llevarla durante más tiempo.
  • 4¿Qué necesitas?
    Para vestir a tu bebé durante sus primeras semanas de vida necesitarás algunos trajes o peleles de una pieza para que vaya cómodo y abrigado, pijamas, sacos para dormir (muy apropiados para que la manta no se le mueva y se coloque por encima de su cabeza), bodis de algodón, camisetas suaves y sin costuras o con costuras muy finas, chaquetas que se abrochen por delante para que te resulte más sencillo ponérselas y quitárselas, traje de lana con capucha si tu bebé ha nacido en invierno para que esté bien abrigado, calcetines (los zapatos no le harán falta hasta que no sea algo más mayor, ya que, de momento, no va a caminar ni a ponerse de pie), gorros si es invierno para cubrirle la cabeza y las orejas, sombreros si es verano para protegerle del sol y una capa de baño.
    Estas son las prendas básicas que necesitarás durante las primeras semanas de vida de tu hijo. El número de cada una de ellas correrá a tu cargo, aunque un buen consejo es que compres las estrictamente necesarias, ya que los bebés crecen enseguida.
  • 5Lo que hay que evitar.
    Quítale las etiquetas a la ropa de tu bebé para que no le pinchen y vigila que las costuras no sean muy gruesas para que no le hagan daño. Escoge también prendas de tejidos naturales, como el algodón, por ejemplo, ya que las telas sintéticas pueden provocar que su piel se irrite. Piensa que son muy pequeños y muy delicados.
    Evita también los botones, ya que puede tragárselos, así como las gomas, que pueden apretarle demasiado el cuerpo y hacerle daño y las cremalleras, que pueden arañarle la piel.
  • El sueño del bebé


    Hay diversos métodos para enseñar a un bebé a dormir toda la noche, pero las estrategias varían dependiendo de la edad de tu bebé. 

    Los primeros tres meses 
    No puedes imponer un horario de sueño o enseñar a dormir toda la noche a un recién nacido. Tu recién nacido necesitará alimentarse cada pocas horas, así que es normal que no duerma de corrido. Trata de dormir cuando él duerma para no acabar agotada, porque la falta de sueño puede hacerte más proclive a la depresión e incluso crear problemas en tu relación de pareja. 


    Algunas estrategias que te pueden ayudar a crear buenos hábitos de sueño en tu recién nacido son:

    • Durante las tres o cuatro primeras semanas, puedes envolver al bebé apretadito con una mantita para que se sienta más cómodo y seguro.
    • A partir de las 6 semanas, puedes reforzar el ritmo biológico de tu bebé estableciendo una rutina para ir a dormir. Por ejemplo, hacia la misma hora cada tarde, dale un baño, léele un libro, dale de comer, cántale una canción de cuna y acuéstalo. Trata de levantarlo por la mañana a la misma hora cada día y ponlo a dormir la siesta a las mismas horas cada día. (Ten en cuenta que necesitarás ir ajustando estos horarios a medida que tu bebé crezca y madure.)
    Lee ejemplos reales de horarios para recién nacidos 
    • Haz que la alimentación nocturna sea tranquila y que la alimentación diurna sea social. Por la noche, no hables ni enciendas la luz cuando lo alimentes. Durante el día, haz lo contrario: trata las comidas como oportunidades para arrullar, cantar, hablar e interactuar con él.
    • Marca la diferencia entre las siestas y el sueño nocturno. Para las siestas, puedes prescindir de la rutina nocturna o acortarla y usar un moisés en una habitación que no sea el dormitorio habitual de tu bebé.

    Lee cuánto sueño necesita un niño, desde 1 mes hasta 3 años 

    4 a 6 meses 
    Normalmente, hacia los 3 meses un bebé ha desarrollado un patrón de dormir/estar despierto regular y se alimenta menos veces por la noche. Y alrededor de los 4 a los 6 meses, según muchos expertos, la mayoría de los bebés son físicamente capaces de dormir entre 8 y 12 horas seguidas. 

    Por supuesto, cada bebé es diferente. Algunos pueden dormir 7 o más horas seguidas desde muy chiquitines mientras que otros no lo harán hasta mucho más tarde. 

    Además de seguir con una rutina para ir a dormir, éste es el momento, si lo deseas, de probar un método formal para enseñar a tu bebé a dormir toda la noche. Si no estás segura de si tu bebé está listo para aprender a dormir toda la noche de corrido, pregúntale a tu doctor. 

    ¿Cuáles son los distintos métodos para enseñar a un bebé a dormir toda la noche?


    Hay muchas formas distintas de enseñar hábitos de sueño saludables a tu hijo. La técnica que tú elijas dependerá de con qué método te sientas más cómoda y de cómo responda tu bebé. 

    Aunque los investigadores continúan debatiendo cuál es el mejor método para enseñar a un niño a dormir, la consistencia parece ser lo más importante. Un repaso a 52 estudios sobre el sueño que usaron diferentes métodos, publicado en 2006 por la revista Sleep (Sueño), descubrió que todas las técnicas funcionaban, siempre que se usaran de una manera consistente. Así que elige el método que te guste más y que te funcione mejor. 

    La mayoría de los métodos para enseñar a dormir se basan en dos acercamientos distintos: 

    "Dejarlo llorar" 
    Estos métodos para enseñar a dormir dicen que está bien dejar a tu bebé llorar en la cuna, pero no abogan por dejar llorar a un niño indefinidamente. Típicamente sugieren acostar al niño cuando aún está despierto y permitir que llore durante breves periodos de tiempo, contigo entrando a intervalos para calmarlo, pero sin cargarlo en brazos. 

    El método más conocido de "dejarlo llorar" en Estados Unidos es el del pediatra Richard Ferber, director del Centro para Desórdenes del Sueño Infantil en el Children’s Hospital de Boston. Ferber afirma que para que un bebé se duerma solo y duerma toda la noche de corrido, tiene que aprender a calmarse solito. Para enseñarlo a calmarse solo, Ferber considera que quizás tendrás que dejarlo llorar durante unos periodos de tiempo determinados. 

    Esta técnica para entrenar al bebé a dormir no es para todo el mundo, y hay papás que jamás la utilizarían. Pero otros aseguran que les ha funcionado muy bien. 

    Lee cómo aplicar el método Ferber paso a paso 

    "Dormir sin llanto" 
    Los métodos para enseñar a dormir sin llanto defienden un acercamiento más gradual, con papá o mamá ofreciendo consuelo inmediato cuando el niño llora. El pediatra William Sears, autor de The Baby Book (El Libro del bebé), es el defensor más conocido de este método en Estados Unidos. 

    Sears propone que consideres compartir tu cama con el bebé durante los primeros meses o años de vida. De acuerdo con Sears, la madre y el bebé duermen más y mejor cuando están juntos, ya que el bebé recibe calor, cuidado, y un seno a su alcance si está amamantando. 

    Otros proponentes del método de "dormir sin llanto" sugieres variaciones de esta técnica, como dormir al bebé en su propia cuna, pero atender a su llanto de inmediato y cargarlo hasta que se calme. 


    Lo que dicen los expertos

    Richard Ferber, autor de Solve Your Child’s Sleep Problems 
    "Para cuando un bebé cumple 3 meses y ya ha desarrollado un patrón de 24 horas bastante predecible, darle una estructura consistente resulta aún más importante. Si te esfuerzas en establecer una rutina diaria consistente y mantenerla en la medida de lo posible, es muy posible que tu bebé continúe desarrollando buenos patrones de sueño. En cambio, si las horas en las que tu hijo come, juega, se baña y realiza otras actividades cambian constantemente, hay más posibilidades de que su sueño también sea irregular". 

    Marc Weissbluth, autor de Healthy Sleep Habits, Happy Child 
    "Con bebés que tienen menos de 3 o 4 meses, deberías intentar seguir el ritmo natural del sueño del niño. No esperes que adopte un horario de sueño predecible, y no trates de imponer un horario rígido. Después de los 4 meses, creo que los padres pueden influenciar la duración del sueño de su bebé". 

    William Sears, autor de The Baby Sleep Book 
    "Prepárate para que una forma de cuidar al bebé por la noche funcione en una etapa, pero deje de funcionar en otra. Ábrete a la posibilidad de probar distintas técnicas. Sigue tu corazón, en lugar de los consejos de un extraño y, a la larga, tu bebé y tú encontrarán una rutina nocturna que les funcionará a ambos". 

    Cathryn Tobin, autora de The Lull-a-Baby Sleep Plan 
    "Me sorprende que nuestra cultura aborde el enseñar a los bebés a dormir bien completamente al revés. Primero permitimos que formen malos hábitos de sueño, y después buscamos soluciones extremas para romperles el hábito. Una vez reconocí este error fundamental, la solución al terrible problema de la falta de sueño quedó más clara que el agua: Anima a los bebés chiquitos a desarrollar buenos hábitos de sueño desde el comienzo, y no necesitarás corregir malos hábitos después". 

    Jodi Mindell, autora de Sleeping Through the Night 
    "Cuanta más práctica tenga tu bebé de dormirse solo, más rápido funcionará el proceso. Se dormirá solito, y tú obtendrás el sueño que tanto necesitas. Pero no esperes mucho. Cuanto más pronto, mejor. Una vez tu bebé crece más (cuando llegue a los 5 o 6 meses de edad) el proceso de establecer un horario de sueño y de que duerma toda la noche se vuelve más difícil". 

    Tracy Hogg, autora de The Baby Whisperer 
    "Mucha gente no se da cuenta de que los bebés necesitan la enseñanza de los padres para establecer buenos hábitos de sueño. De hecho, la razón por la que hay tantos problemas de sueño es porque mucho padres no se dan cuenta de que son ellos, y no sus bebés, quienes deben controlar la rutina de sueño nocturno". 


    ¿Tengo que usar un método concreto para enseñar a dormir a mi bebé?

    No necesariamente. A menudo los padres prueban un método determinado cuando están exhaustos y frustrados porque no consiguen que su hijo duerma toda la noche. Si estás contenta con los hábitos de sueño de tu bebé, simplemente continúa haciendo lo que haces. 

    Si no estás contenta, considera informarte más a fondo sobre los distintos métodos para enseñar a un niño a dormir toda la noche. También ten en cuenta lo siguiente:

    • Algunos niños tienen una facilidad natural para dormir bien y se adaptan rápidamente a un horario de sueño que le funciona a toda la familia. A otros les cuesta más dormir y necesitan más estructura o cuidado para dormir bien.
    • Cada niño es diferente. Si las estrategias que usaste con tu primer niño no te funcionan con el segundo, quizás tendrás que cambiar de método.
    • No tienes que seguir un método de cabo a rabo, quizás encuentres sólo una o dos estrategias dentro de un método que te funcionen.
    • A veces el sentido común es el mejor "método". Algunas familias encuentran sus propias formas de enseñarles a sus hijos buenos hábitos de sueño.


    Cómo masajear a tu bebé



    Estas técnicas funcionan con todos los bebés que aún no saben gatear. Es mejor no dar un masaje justo antes o después de una comida o cuando tu bebé necesita hacer una siesta. Cuando creas que es el momento apropiado, extiende una toalla en el piso y pon al lado un cuenco con aceite vegetal.

    Es buena idea empezar con sus piernasporque son menos sensibles que otras partes de su cuerpo. Ponte un poquito de aceite en las manos, agárrale un muslo con ambas manos y empuja hacia abajo primero con una mano y luego con la otra, apretando suavemente, como si estuvieras "ordeñando" su pierna. Repite lo mismo en la otra pierna.


    Tómale un pie y gíralo suavemente en círculos unas cuantas veces en cada dirección. Después acaricia con una suave presión la parte de arriba de su pie desde el tobillo hasta los dedos. Repite lo mismo en el otro pie. 

    Usa tus pulgares para trazar círculos en toda la planta de cada pie

    Para terminar con los pies, agarra un dedo del pie entre tu pulgar y tu dedo índice y estira muy suavemente hasta que tus dedos resbalen al final del suyo. Repítelo con sus diez deditos.

    Toma uno de sus brazos y repite el movimiento de "ordeñar" desde su axila hasta su muñeca. Después toma su mano y gira su muñeca suavemente en círculos unas cuantas veces en cada dirección. Cambia de brazo y repite lo mismo.

    Traza diminutos círculos en toda la palma de cada mano con tus pulgares

    Agarra suavemente un dedo de su mano entre tu pulgar y tu dedo índice y estira, hasta que su dedito se resbale de entre los tuyos. Repítelo con sus diez dedos.

    Junta tus manos en el gesto de rezar sobre su corazón. Después abre tus manos y muévelas hacia los lados apretando muy suavemente con tus palmas planas sobre su pecho. Repítelo varias veces.

    Pon una mano plana sobre la parte superior de su pecho. Acaríciale suavemente hacia abajo hasta llegar a sus muslos. Repite este movimiento varias veces, alternando ambas manos.

    Pon a tu bebé sobre su pancita. Traza círculos diminutos con las puntas de tus dedos, a cada lado de su espina dorsal, desde el cuello hasta las nalgas.
    Acaba con unas caricias largas y firmes desde sus hombros hasta sus pies. Cuando termines, ponle el pañal y abrázalo o dale el pecho. Probablemente tu bebé se quedará adormilado de inmediato.

    Masajes para el bebé

    Para conseguir que el bebé esté a gusto y se mantenga receptivo durante el tiempo del masaje, tan sólo se requiere algo de atención y preparación. Los recién nacidos suelen tener un período de atención bastante breve, por lo que el masaje debe consistir sólo en unas cuantas repeticiones de cada técnica. Procurad hacerlo todos los días, a una hora en la que el bebé esté receptivo, no tenga hambre ni esté irritable. No intentéis practicar el masaje al bebé cuando no sea de su agrado ya que el propósito del masaje es proporcionar un placer mutuo, por lo tanto concentraos y prestad atención a las manos.
    El masaje es una experiencia relajante, por lo que tu bebé debe estar tranquilo. La capacidad de poder relajarse de una manera consciente constituirá una gran ventaja para vuestro hijo a la hora de hacer frente a las presiones del crecimiento; enseñarle a relajarse desde pequeño es una oportunidad maravillosa.
    Te recordamos algunos detalles que debes tener en cuenta a la hora del masaje de tu bebé, así como pedirle permiso y darle las gracias a tu bebé.
    Para dar masaje a tu bebé, espera a que esté despierto y dispuesto a interactuar contigo. “Pedir permiso al niño” para desnudarle o para hacerle un masaje le ayudará a confiar en ti. De esta forma, aprende a adoptar una actitud sana hacia el hecho de que se le acaricie con cariño y respeto. A veces el bebé puede no estar de humor para recibir un masaje, por ejemplo, si tiene hambre, si está cansado o si no se encuentra bien. Es importante observarle, saber responder a su lenguaje corporal y aplazar el masaje a otro momento si fuera necesario. Cuando estés seguro de que tu bebé está listo para el masaje, ponte aceite en las manos y frótalas, para templarlo, mientras le pides permiso al bebé: “¿Te puedo dar un masaje?”.
    Recuerda que, en última instancia, será el bebé quien deba dirigir el masaje, por lo que deberás adecuar tus movimientos a sus respuestas o “lenguaje corporal”, también llamado “señales del bebé“. Es importante que la sesión se lleve a cabo en un momento en que os apetezca a los dos
    Cuando ambos consideréis que la sesión de masaje ha terminado, dale las gracias a tu bebé con cariño. Realiza el movimiento de despedida con ambas manos, desde los hombros hasta los dedos de los pies, dale un beso y un abrazo o cántale una canción.

    Masajes para aliviar cólicos del bebé 

    Si tu bebé está sano, tiene menos de 5 meses y llora durante más de tres horas consecutivas, durante tres o más días a la semana, por lo menos por tres semanas, es probable que se trate de cólico. Para más información sobre por qué algunos bebés padecen cólico
    Tu bebé puede disfrutar un suave masaje o bien, puede ser que se sobrestimule con el masaje. Presta atención a su reacción.


    A continuación mostramos un vídeo donde te enseña como hacerlo:


    Espero que os guste!

    El baño del bebé:

    El baño del bebé representa una buena costumbre diaria que, no obstante, es necesario afrontar con las debidas precauciones.  

    Se puede empezar a bañar al pequeño a partir del momento en que el ombligo ha cicatrizado por completo, después de la caída del muñón umbilical (que se suele producir durante los primeros 15 días).
    Báñalo antes de cenar, es ideal
    - Para el baño no existe una hora fija. Sin embargo, la experiencia aconseja realizarlo antes de la toma de la noche, alrededor de las ocho, porque el baño ayuda al pequeño a relajarse y, por tanto, a conciliar más fácilmente el conciliar el sueño más fácilmente.
    - Cuando llega el momento adecuado, es preciso tener a mano todo lo necesario: una toalla, una esponja o una manopla, y productos limpiadores muy delicados, especialmente estudiados para la piel del recién nacido.

    Comprueba la temperatura del agua
    - La temperatura del agua se debe situar alrededor de los 37-38 grados. Te puedes servir de un termómetro, pero con la experiencia conseguirás comprobar la temperatura simplemente sumergiendo el codo en el agua.
    - El bebé debe introducirse en la bañera mediante movimientos seguros, sumergiéndole en el agua de forma gradual. Hay que sujetar al pequeño firmemente; la espalda y la cabeza se deben apoyar en el antebrazo izquierdo de la madre, que al mismo tiempo le sujetará el brazo y el hombro con la mano. Así, se le podrá lavar fácilmente.

    Los productos ideales para bañar al bebé
    - Es preciso escoger productos limpiadores específicos para niños, que tengan un pH de 5,5, aproximadamente. También están indicados los denominados "limpiadores sin jabón", que son ricos en cera y almidones.
    - Si el bebé parece predispuesto a padecer reacciones alérgicas, es mejor dar preferencia a los aceites de baño que, al margen de desarrollar una acción calmante e hidratante, refinan el agua que es muy calcárea.
    - Para lavar el cuerpo del pequeño, utilizaremos una esponja natural. Para la cara, podemos servirnos de gasitas previamente humedecidas, o de toallitas humedecidas. 
    - Una o dos veces a la semana, se ha de lavar el cabello del bebé con un champú específico, preferiblemente de los que desarrollan una acción antiséptica, que tenga un pH de 5.5.
    - Sobre todo durante el primer año, se deben evitar los champús que contienen sustancias que sean potencialmente irritantes.

    El toque final: la colonia
    - Al término del baño, se ha de secar al pequeño muy bien con una toalla, sin frotar. Antes de descubrirle para vestirle, es mejor esperar unos instantes para que tenga tiempo de aclimatarse al ambiente fuera del agua.
    - Después de secarle, podemos aplicarle una crema hidratante o utilizar un poco de talco líquido, vertiendo primero una pequeña cantidad en la palma de la mano, para después masajearle suavemente la piel.

    Alimentación del bebé

    1. Los recién nacidos tienen el estómago muy pequeñito, por lo tanto la cantidad de leche que les cabe es también pequeña. Los intervalos entre las tomas deben ser los que su cuerpo exija. Todos los pediatras recomiendan la lactancia a demanda (salvo excepciones por enfermedad).
    2. Muchos bebés regurgitan después de mamar o de tomarse el biberón. Es algo normal. No hay razón para preocuparse, pues no suele ser mucha cantidad. Por regla general, solo echan la leche que han tomado de más.
    3. En ocasiones, el peque no se queda satisfecho después de mamar un largo rato. Esto puede pasar porque no mama bien: si succiona solo el pezón no sacará mucho. Hay que procurar que la areola del pecho también esté dentro de su boca.
    4. Si se tienen gemelos, es muy normal que al principio lloren más que otros bebés cuando se encuentran hambrientos, ya que tienen que esperar su turno. Podemos colocar a cada uno en un pecho, ambos a la vez, y en la siguiente toma, intercambiarlos. Si toman biberón, los ponemos en frente, sobre un cojín y se lo damos al mismo tiempo.
    5. Lo ideal es que cada gemelo tenga su propio ritmo de comida, es decir, cuando lo piden. Si su hermano sigue durmiendo, le dejaremos hasta que se despierte. Poco a poco irán acercando horarios.
    6. Hay bebés que se duermen mamando. Probablemente no tengan mucha hambre o aún estaban medio dormidos. En este caso, basta con mover un poquito el pezón para que despierten y sigan chupando.
    7. Si no les damos pecho, los recién nacidos tienen que aprender a tomar el biberón. Lo mejor es que al principio sea siempre la misma persona la que se lo dé, pues cada uno tenemos una forma diferente de darlo. Algunos bebés se desconciertan fácilmente.
    8. No es aconsejable darle nada que no sea leche, ni infusiones ni ningún preparado que nos hayan dicho que le ayuda a echar los gases.
    9. Para evitar que ingiera aire, si le damos el biberón, hay que verificar que está lo suficientemente inclinado como para que la leche ocupe toda la tetina y no haya burbujas de aire que pueda tragar sin querer.
    10. Durante cinco o diez minutos después de mamar, los bebés muestran un interés especial por su entorno. Si lloran después de comer, probablemente sea porque quieren juerga y nosotros no les estamos haciendo caso. También puede ser porque tengan gases.
    11. El eructo no es obligatorio, pero la mayoría de los bebés se sienten mejor después de haber echado el aire. Para ayudarles, podemos incorporarlos apoyándolos sobre nuestro hombro, o bien ponerlos boca abajo encima de nuestras rodillas y les damos palmaditas en la espalda. A veces los gases pueden provocar fuertes dolores. Si es así, debemos consultar al pediatra.
    12. La postura adecuada para acostar al bebé después de comer es boca arriba. Es más segura y hará que le molesten los gases en menor medida. Esta postura es la que debe tener siempre en la cuna para evitar la muerte súbita.
    13. Las manchas de leche en la ropa huelen mal. Se pueden quitar conuna mezcla de agua y levadura (una cucharadita para una taza de agua). No solo se quita el mal olor, también la mancha.
    14. Directrices para el aumento de peso: en los cinco primeros meses, la mayoría de los niños duplican su peso y hacia el final del primer año, suelen pesar tres veces más de lo que pesaron al nacer.
    15. Pesar al bebé a diario no tiene sentido y puede convertirse en una fuente de estrés innecesario. Si está contento, activo y crece bien, significa que está bien alimentado. El pediatra lleva un seguimiento exhaustivo, si él detecta algo raro, tomará algún tipo de medida.
    16. Los niños que se crían al pecho hacen más deposiciones que los que toman leche artificial. En general suelen hacer entre una y cuatro cacas al día.
    17. A partir de los tres meses aproximadamente, los niños necesitan una cierta rutina en su vida. Por lo tanto, hay que procurar acostarles a la misma hora y siguiendo un mismo ritual. Esto deberá mantenerse durante los siguientes años.