lunes, 30 de junio de 2014

EL calzado para el niño

Los mejores zapatos para el niño son los que se adaptan a las características del pie del bebé: con planta ancha, de forma cuadrada y que permitan un buen movimiento.







A la hora de escoger el calzado para el niño, hay que tener en cuenta que el zapato cumpla con algunos requisitos. 
Estas son algunas de las características que debe tener un buen calzado para el niño: 
• Ligeros, para hacer más desenvuelta la forma de caminar. 

• Flexibles, fundamentalmente en el punto en el que se flexionan los dedos al caminar.

• Planos, con muy poco tacón, para favorecer el equilibrio y salvaguardar las piernas y la espalda.

• La horma del calzado debe ser ancha, que no le apriete ni le obligue a superponer los dedos. No debemos obligarle a calzar unos zapatos muy bonitos, si son duros, rígidos o si le vienen demasiado estrechos o demasiado anchos.

• Su talón no debe "bailar" en el interior, ya que el zapato puede salirse o formarse ampollas dolorosas en los pies.

• En cuanto a los sistemas de cierre, las cremalleras, los cordones o los sistemas mixtos garantizan un cierre perfecto.
Además, el sistema de velcro o "abre fácil" permite que los niños se calcen y descalcen solos, y a la vez aseguran la sujeción del pie.
El zapato debe incorporar cierres que permitan regularse, según la anchura del pie y el grosor del calcetín.

• En cuanto a los materiales, son preferibles los zapatos de piel natural porque los niños suelen sudar mucho y este tipo de zapatos favorece una correcta transpiración.

• El interior de sus zapatos no debe tener incómodas costuras en relieve. 

• La suela de los zapatos debe ser antideslizante para evitar caídas peligrosas al pequeño, que todavía se siente inseguro sobre las piernas.

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