El nombre del bebé es una decisión muy importante y debe ser bien meditada por los padres, ya que va a ser el que le identifique siempre e incluso conferirá cierta personalidad al niño. Por eso, muchos papás buscan para sus hijos nombres originales, que les definan y que, a ser posible, les diferencien de otros. También suelen buscar nombres que para ellos tengan un significado especial, ya sea por razones sentimentales, porque les guste por su significado o porque les recuerda a alguien querido.
Consenso de los padres
No se debe frivolizar con la elección del nombre. Debe imperar el deseo de los padres, una vez que los dos se han puesto de acuerdo, sin olvidar que el niño tendrá que convivir con ese nombre el resto de su vida. Podrá cambiarlo cuando cumpla 18 años, pero es mucho tiempo viviendo con un nombre que puede no gustarle.
¿Qué aconsejan los expertos?
Ningún estudio científico o psicológico ha podido demostrar que el nombre que se impone a un bebé afecte a su forma de ser. Sin embargo, durante miles de años muchos pueblos han elegido el nombre del recién nacido por su significado; por ejemplo Ana, que significa "la compasiva". Aún así los expertos recomiendan:
- Que no se busquen nombres excesivamente sofisticados, raros o difíciles de escribir o pronunciar. En el futuro pueden producir al niño o niña problemas burocráticos o convertirle en objeto de burlas.
- Hay que tener en cuenta los apellidos, y evitar cacofonías (Luz Díaz) o redundancias (Gonzalo González).
- Si el apellido es largo, mejor elegir un nombre corto, y viceversa.
Para evitar problemas al niño, la ley establece una serie de restricciones a la hora de inscribirlo en el Registro Civil del lugar donde haya nacido el pequeño o la localidad donde estén empadronados los padres.
¿Cuántos nombres puedo ponerle?
No podemos imponer al bebé más de un nombre compuesto, como por ejemplo Juan-Alejandro Raúl-Federico (tendríamos que decantarnos por una de las dos combinaciones). Tampoco esta permitido inscribirle con más de dos nombres simples, como Marta Luisa del Carmen (sobraría uno).
¿Hay nombres prohibidos?
- Sí, la ley establece prohibiciones referidas a aquellos nombres que perjudiquen a la persona por extravagantes, ridículos o impropios, como Rocinante, o los que se refieran a conceptos negativos o irreverentes, como Lucifer o Bin Laden.
- No es posible registrar como nombre un apellido, ni imponer al recién nacido un nombre que no deje claro su sexo.
- Tampoco podemos poner al bebé el nombre de un hermano, salvo que este haya fallecido.
¿Es posible inventarse el nombre?
Sí, siempre que no se infrinjan las prohibiciones que establece la ley. En caso de que el encargado del Registro pusiera pegas o se negase, se puede recurrir y será el juez del Registro Civil quien decidirá si puede admitirse o no.
¿Se pueden registrar diminutivos o nombres coloquiales?
Sí, gracias a la Ley de Identidad de Género que entró en vigor el 15 de marzo de 2007 y que anula la prohibición que figuraba en la Ley del Registro Civil de registrar a los niños con diminutivos o nombres familiares y coloquiales, como Chema, Nacho o Manolo. Hoy en día, nombres que por su uso generalizado hayan dejado de relacionarse con el nombre del que se derivan y tengan sustantividad propia (como Lola, que proviene de Dolores o Pepe, derivado de José), ya pueden inscribirse desde el nacimiento como nombre propio.
¿Son admisibles los nombres extranjeros?
Sí, se admiten, aunque posiblemente nos pidan documentación que acredite la existencia del nombre. Si tiene traducción al español se podrá inscribir en el idioma que los padres prefieran.
¿Puede cambiarse el orden de los apellidos?
Sí, aunque es imprescindible que los padres acudan juntos al Registro para inscribir al bebé (algo innecesario cuando el apellido paterno va primero y los padres están casados). Una vez que el primogénito ostente primero el apellido materno, todos sus hermanos deberán llevarlo también. Si los padres no están de acuerdo, llevará el apellido paterno en primer lugar.
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